Probablemente no se sorprenda al escuchar que la respiración profunda es una táctica probada para aliviar el estrés. Pero puede ser difícil tomar un descanso y practicar la respiración profunda. ¡Así que esta es su oportunidad! Reduzca la velocidad por un momento, aproveche su respiración y dese una herramienta para encontrar su enfoque, cuando sea y donde sea.
Primero, vamos hagamos una prueba. No importa dónde se encuentre, tómese este momento para concentrarse en su respiración. Si puede, siéntese y cierre los ojos.
Cuando haya terminado, perciba su estado. Pregúntese:
Si al principio le cuesta bajar la velocidad de la respiración, pruebe con algunos viejos trucos:
Este contenido no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Consultá siempre a tu médico o a otro profesional de la salud calificado ante cualquier duda que tengas sobre una condición médica.