Dormir bien por la noche, entre 7 y 9 horas por noche para los adultos, es una de las mejores cosas que puede hacer por su salud. Pero al igual que con todo lo demás en estos días, hay mucha información engañosa sobre el sueño. Estamos aquí para desacreditar los cinco principales mitos del sueño y decirle cómo dormir más (y mejor).
REALIDAD: Los horarios ocupados del trabajo y la familia pueden causar estragos en su sueño. Esto puede hacer que acumule lo que comúnmente se conoce como "deuda de sueño". Pero los investigadores del sueño están de acuerdo: no se puede recuperar el tiempo perdido cuando se trata de dormir. Una noche de sueño extra larga puede hacer que se sienta con más energía cuando se despierte, pero los efectos positivos desaparecen después de 6 horas aproximadamente. La única forma de obtener todos los beneficios de un buen sueño es dormir entre 7 y 9 horas por noche, todas las noches. ¿Tuvo una mala noche? No se estrese. Solo intente alcanzar su cantidad óptima la noche siguiente (y la siguiente y la siguiente).
REALIDAD: Los televisores y los teléfonos inteligentes emiten algo llamado "luz azul". Esta luz azul suprime la liberación de melatonina, la hormona natural que regula el sueño. Si ve la televisión o usa un dispositivo electrónico a la hora de acostarse, puede tardar más en conciliar el sueño. Puede despertarse sintiéndose aturdido incluso si durmió durante 8 horas o más. Los expertos en sueño recomiendan evitar las pantallas durante 1 a 2 horas antes de acostarse.
REALIDAD: Cada persona tiene un "reloj" interno que controla su ciclo de sueño-vigilia. Cuando su reloj interno y sus hábitos de sueño no coinciden, puede experimentar un rendimiento deficiente, confusión mental y somnolencia cuando más necesita estar alerta. Las personas que trabajan en horarios inusuales (enfermeras, trabajadores de fábricas, etc.) a menudo viven desincronizados respecto de su ritmo corporal normal.
Si bien es común sentirse un poco somnoliento el día después de una mala noche de sueño, la somnolencia diurna excesiva (la necesidad de conciliar el sueño cuando debería estar completamente alerta) podría ser un signo de algo más grave. Discuta cualquier síntoma como estos con su médico.
REALIDAD: Este último mito puede ser el más común. Aquí está el verdadero problema: si bien sus patrones de sueño pueden cambiar a medida que envejece, la cantidad de sueño que necesita no lo hace. Es igual para todos los adultos: entre 7 y 9 horas por noche. Los adultos mayores tienden a tener más dificultades para conciliar el sueño. También se despiertan con más frecuencia durante la noche. (Esto es especialmente cierto para las mujeres que atraviesan la menopausia). Por eso, los expertos recomiendan que los adultos mayores creen una rutina sólida y constante a la hora de acostarse: tomar un baño caliente, leer un libro o hacer una pose de yoga relajante.
Este contenido no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Consultá siempre a tu médico o a otro profesional de la salud calificado ante cualquier duda que tengas sobre una condición médica.