"No tengo tiempo para ir al gimnasio. Se arruinaron mis planes de hacer ejercicio hoy".
"No puedo perder 4 kilos en apenas unos meses. Estos 2 kilos que perdí han sido una pérdida de tiempo".
"¿Meditar? ¡Con tanto estrés no puedo ni pensar en meditar!".
¿Le suena familiar?
Es fácil caer en la trampa del todo o nada. A veces puede sentir que, si no puede lograr el ejemplo perfecto de una meta de salud, no vale la pena intentarlo.
Desafortunadamente, eso nos puede impedir avanzar. En cambio, es preferible buscar pequeñas victorias donde realmente pueda obtenerlas. Al establecer sus propios niveles de éxito, puede hacer que los cambios saludables más pequeños se sientan más gratificantes y que los más grandes parezcan más alcanzables.
Ahí es donde entra en juego el establecimiento de metas de base y metas de empuje:
Las metas de base son objetivos básicos que se pone usted mismo.¯
Son pequeñas victorias que se sienten como un éxito. En el caso de los hábitos saludables, es un hábito que sabe que puede lograr, incluso con cansancio o si no dispone de tiempo. Son más fáciles de hacer, pero aun así lo ayudan a lograr sus metas de salud.
Las metas de empuje son objetivos más elevados.¯
Son hábitos por los que puede esforzarse cuando se siente energizado o motivado, y cuando puede hacer tiempo para ellos. Requieren más esfuerzo, pero ofrecen una mayor recompensa para sus metas de salud.
Si no logra su meta de empuje, ¡no hay problema! No tiene nada que perder Aun así, puede lograr su meta de base y celebrar esa victoria.
Trate de establecer algunas metas de base y de empuje. ¡Le ayudarán a atribuirse el mérito por su éxito y reconocer que todavía está en el buen camino!
Este contenido no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Consultá siempre a tu médico o a otro profesional de la salud calificado ante cualquier duda que tengas sobre una condición médica.