Elija opciones bajas en salleyendo las etiquetas con atención. Busque la cantidad total de sodio por porción.
Reducir la cantidad de sal que consume puede ayudarlo a manejar mejor la presión arterial. Cuando la presión arterial es alta, aumenta el riesgo de complicaciones como enfermedad cardíaca, derrame cerebral, ceguera y problemas renales.
Estas son formas de reducir su ingesta diaria de sal.
Elija opciones bajas en salleyendo las etiquetas con atención. Busque la cantidad total de sodio por porción.
Use alimentos más frescos. Compre más frutas y verduras. Seleccione carnes magras, pescado y aves.
Use menos alimentos enlatados y envasados que a menudo contienen mucho sodio.
Use verduras congeladas sin salsas ni aderezos. Estos productos son a menudo bajos en sodio o sin sodio.
Opte por versiones reducidas en sodio o sin sal agregada de verduras y sopas enlatadas.
No agregue sal a los alimentos cuando cocine. Sazone con saborizantes como cebolla, ajo, pimienta, mezclas de hierbas sin sal y zumo de limón o lima.
Utilice un libro de cocina que contenga recetas bajas en sal. Puede darle ideas para comidas sabrosas saludables para el corazón.
Espolvoreemezclas de hierbas sin sal, zumo de cítricos o vinagres sobre las verduras y la carne.
Escurra y enjuague los alimentos enlatados, como frijoles y verduras enlatados antes de cocinarlos o comerlos.
Pídale al camarero sugerencias de un menú bajo en sal.
Pida pescado, pollo y carne asados, horneados, escalfados o asados a la parrilla sinsal, mantequilla ni empanizados.
Utilice mezclas de hierbas sinsal, limón y pimienta para agregar sabor.
Elija arroz simple al vapor, fideos hervidos y papas al horno o hervidas. Cubra las papas con cebollín y un poco de crema agria.
Tenga cuidado! La sal tiene muchos nombres. Limite los alimentos con estas palabras indicadas como ingredientes: sal, sodio, salsa de soja, bicarbonato de sodio, polvo para hornear, MSG, monosodio y Na (el símbolo químico del sodio). Algunos antiácidos también son altos en sal.
Este contenido no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Consultá siempre a tu médico o a otro profesional de la salud calificado ante cualquier duda que tengas sobre una condición médica.