¿Ha tenido alguna lesión que le ha impedido conducir o trabajar como lo haría habitualmente? ¿Padece un dolor crónico que le dificulta moverse? Quizá ahora tenga una discapacidad o haya lidiado con ella durante mucho tiempo.
Las limitaciones físicas pueden ser frustrantes. Nuestro cuerpo no es todopoderoso y darnos cuenta de ello, naturalmente, puede causarnos pesar. Todos tenemos limitaciones respecto de las actividades que podemos realizar. El envejecimiento limita lo que podemos hacer sin lastimarnos. ¡Ni siquiera los atletas más fuertes, rápidos y flexibles pueden hacerlo todo!
No se trata de que le agrade la idea de envejecer o de tener alguna discapacidad. La clave está en asumir esos límites, en apreciar las capacidades que aún tiene y practicar actividad física de una manera que sea segura y agradable para usted.
Antes que nada, respete las indicaciones médicas. Si tiene una lesión y se le prohíbe hacer ejercicio, siga esa instrucción. Siempre es mejor evitarlo por su seguridad.
Lo más difícil es admitir que no podemos hacer algo. Podría sonar como algo así:
Es importante que admita sus límites y los respete. ¡Piense primero en sanar y en su seguridad! Una vez que reconozca sus limitaciones, puede empezar a encontrar maneras de vivir su vida de la manera más activa y segura posible al tiempo que asume sus impedimentos.
Es normal que se aflija por las cosas que ya no puede hacer. La clave está en no enojarse con usted mismo por las circunstancias en las que se encuentra actualmente.
Una persona que acepta su cuerpo y limitaciones sonaría así:
No intente alcanzar un estándar imposible. Enfóquese en verse a sí mismo como es en este momento. Sea honesto consigo mismo para que pueda continuar superando esta limitación.
En lugar de mortificarse por todas las cosas que ya no puede hacer, céntrese en lo que sí puede hacer. Esto evitará que se sienta mal con usted mismo y le ayudará a valorar su cuerpo de una manera nueva y positiva.
Por ejemplo:
Incluso gozar de sus sentidos del gusto, del olfato, del tacto, o tan solo respirar son regalos de la vida. ¡Tan solo leer estas palabras (o escucharlas si alguien se las lee en voz alta) es una gran habilidad física! Si alguna vez empieza a quedar atrapado en la autocompasión, tiene la opción de replantear sus ideas y enumerar todas las cosas increíbles que aún puede hacer.
Una vez que haya pensado en las cosas que puede hacer, ¡hágalas! Es posible que a veces se le presenten obstáculos, pero siempre hay maneras de superarlos. Recordarse a sí mismo sus metas de salud evitará que se agobie con excusas o limitaciones.
Por ejemplo:
Recuerde, se trata de progresar, no de hacer las cosas a la perfección. Seguirá teniendo momentos de frustración y eso es totalmente normal. Simplemente practique esta nueva manera de pensar e intente hacer actividad física segura para usted siempre que pueda. ¡Su cuerpo se lo agradecerá!
Este contenido no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Consultá siempre a tu médico o a otro profesional de la salud calificado ante cualquier duda que tengas sobre una condición médica.