El caldo de huesos no es nuevo, pero está de moda. Quienes promueven este elixir de salud afirman que puede hacer de todo, desde curar el intestino hasta suavizar las arrugas. Aunque muchas afirmaciones son exageradas, el caldo de huesos tiene muchos beneficios para la salud. Aquí, vamos a revelar lo que sabemos (y no sabemos) sobre el caldo de huesos.
El caldo de huesos es un caldo cocinado a fuego lento durante mucho tiempo y elaborado a partir de huesos de animales. Puede referirse al caldo hecho de cualquier tipo de animal, incluso carne de res, cerdo, pollo y pescado. Con frecuencia se utilizan huesos ricos en tejido conectivo, como las patas, la columna vertebral y las aletas.
Las recetas pueden incluir verduras como zanahorias, cebollas o apio, condimentos como sal y pimienta y vinagre para ayudar a extraer los nutrientes. Se agrega abundante agua y luego se cuece a fuego lento durante 12-48 horas, lo que produce un caldo rico y aromático.
El contenido nutricional del caldo de huesos depende de varios factores:
Una taza de caldo de huesos:
*Tenga en cuenta que los caldos de huesos elaborados con carne y piel pueden tener grasas saturadas, colesterol, y más calorías.
No hay duda de que el caldo de huesos es un alimento nutritivo, ya sea que lo use como base para una sopa o como una bebida caliente. Sin embargo, las afirmaciones sobre el caldo de huesos como superalimento tienden a exagerar sus beneficios.
Es cierto que el caldo de huesos proporciona proteínas, principalmente en forma de colágeno. Los férreos defensores del caldo de huesos atribuyen al colágeno la mayor parte de las afirmaciones sobre sus propiedades saludables. Sin embargo, no ha habido mucha investigación sobre el colágeno en los alimentos en general o sobre el caldo de huesos específicamente.
Si bien su cuerpo produce colágeno para el desarrollo de la piel y el cabello, hay evidencia limitada que sugiere que consumir colágeno a través de alimentos o suplementos puede ayudar a que la piel esté más tersa o que el cabello sea más brillante.
Algunas investigaciones realizadas en ratones sugieren que es posible que el caldo de huesos pueda ayudar a reducir la inflamación relacionada con la colitis ulcerosa. Pero, nuevamente, es necesario realizar más investigaciones en humanos.
Y si bien el caldo de huesos proporciona una gran cantidad de nutrientes, muchos de estos, como el calcio, magnesio y fósforo (minerales que fortalecen los huesos), se encuentran en pequeñas cantidades. Y en lo que respecta a las proteínas y los aminoácidos, el caldo de huesos no aporta más cantidades que otras fuentes de proteínas animales o vegetarianas.
También hay que tener en cuenta algunas cosas.
El caldo de huesos puede tener un alto contenido de sodio si se prepara con sal. Verifique las etiquetas de información nutricional y las listas de ingredientes y opte por caldos de huesos bajos en sodio. Los huesos de animales también pueden contener metales pesados, como plomo y cadmio, que pueden volverse parte del caldo. Sin embargo, un estudio determinó que es probable que sean pequeñas cantidades.
¡Beba caldo de huesos si le gusta! Pero no espere que sea una cura mágica para todos sus males.
Este contenido no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Consultá siempre a tu médico o a otro profesional de la salud calificado ante cualquier duda que tengas sobre una condición médica.