Tratar de comer sano con un presupuesto ajustado sin un plan de comidas es como emprender un viaje por carretera sin un mapa. Planear con anticipación puede ayudarle a crear una dieta saludable y equilibrada que estire su dinero al máximo.
Puede parecer obvio, pero muchos de nosotros no lo hacemos. Ponga en papel las comidas de una semana para que pueda ser creativo e ir armando una colección.
Verifique lo que tiene para no comprar demás y ¡cúmplalo! Así no sentirá tanta tentación de hacer compras impulsivas. Haga la lista por categoría de productos para comprar más rápido.
Planifique las comidas según el día de la semana. Pruebe lunes sin carne, martes de tacos, miércoles de desayuno para la cena, jueves de pasta y los viernes de salteados o pescado.
Después de hacer las compras, dedique aproximadamente una hora a prepararse para la semana: pique las verduras, cocine los granos y guarde todo en porciones. ¡Cuanto menos tenga que hacer durante la semana, mejor!
¿Una abundante sopa de tubérculos o una crujiente ensalada de tomate y pepino? Los productos frescos de temporada tienen siempre mejor precio que los alimentos costosos de fuera de temporada, ¡y son mucho más sabrosos!
Consulte las revistas, sitios web o aplicaciones de las tiendas. Aproveche las ofertas para darle a sus comidas un toque delicioso. ¿El halibut y el calabacín están en oferta? Perfectos para el menú del martes de tacos: ¡pescado a la parrilla con calabaza de verano!
Repita sus desayunos, almuerzos y refrigerios favoritos dos o tres veces a la semana (por ejemplo, fruta fresca con yogur para el desayuno). Agregue ciertos ingredientes perecederos, como tomates y fresas, en más de una receta semanal, para usar todo lo que tenga y reducir el desperdicio.
Este contenido no pretende sustituir el asesoramiento médico profesional, el diagnóstico ni el tratamiento. Consultá siempre a tu médico o a otro profesional de la salud calificado ante cualquier duda que tengas sobre una condición médica.